Por: Jorge O. Veliz
CAPITULO III
Itálicos
Los pitagóricos
El pitagorismo fue un movimiento filosófico religioso del siglo VI a. C. fundado por Pitágoras, razón por la cual sus discípulos recibían el nombre de pitagóricos. Estos formaban la escuela pitagórica, la cual tuvo las características de una secta hermética, integrada por filósofos, matemáticos, astrólogos y músicos. Algunos de ellos fueron:
Epicarmo de Megara, Alcmeón de Crotona, Hipaso de Metaponto, Filolao de Crotona y Arquita de Tarento.
Pitágoras:
“Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida “
Se puede especular que el avance de los persas insidió en la expansión helénica hacia territorios que conformaron con el paso del tiempo la magna Grecia. La primera colonia en Italia fue Cumas, se estima que fundada en el 1050 a.C , la cual se situaba en lo que en la actualidad es una zona perteneciente a Nápoles. Más al Sur Oeste, en Sicilia, en el año 735 a.C., se levanta Naxos como el primer asentamiento griego. De esta manera, como perlas a un collar, se van sumando asentamientos en una vasta región. Entre ellas, Crotona, situada en la costa de Calabria frente al mar Jónico; allí se radicó Pitágoras cuando corría el año 532 a.C, proveniente de la isla de Samos, en donde había nacido en el año 580 a.C. Es aquí donde funda su famosa y peculiar escuela, en la que la razón y la mística como fecundos opuestos cobraban fuerza en sus diversas diciplinas como la filosofía, las matemáticas, la cosmología, la geometría, la música, la ética y la política. La hermandad pitagórica practicó el ascetismo y el secretismo. “No todos deben saber todo”.
A diferencia de lo Jónicos, los Itálicos, eran de espíritu más introvertido, buscarán con Pitágoras el principio universal en la noción inmaterial del número. Los elementos del número son el par y el impar, lo determinado, lo indeterminado. Fue considerado el primer matemático puro, contribuyendo en el avance de la matemática, la geometría y la aritmética; es creador de las tablas de multiplicar. Uno de sus logros sobresalientes fue el hallazgo en los triángulos rectángulos, que la suma de los cuadrados de los catetos es igual al cuadrado de la hipotenusa, estamos hablando del teorema de Pitágoras. Su filosofía, conocida como pitagorismo, sostiene que los números eran la esencia del universo y que la armonía y la proporción eran los factores fundamentales en la estructura de la naturaleza, en los que la matemática, la astronomía, la música y la estética no son ajenas a ésta. Demostró la relación matemática entre las notas musicales y de cómo éstas pueden ser expresadas en proporciones numéricas. “Los números gobiernan el universo”
Fiel a esa convicción Pitágoras en su “teoría de los números” intenta interpretar la “realidad” en términos matemáticos, mientras que, la filosofía, es un medio para la purificación del espíritu. La fuerza de su curiosidad lo llevó a viajar más allá de las fronteras e interiorizarse de los saberes de otras culturas, se estima que visitó Egipto y Babilonia, experiencia que fue determinante en su pensamiento.
En su mística se relaciona con las religiones de ese tiempo, especialmente con el “orfismo”, nombre que proviene del mítico Orfeo, cantor trágico y viajero del más allá. Esta fe lo enfrenta con la tradición religiosa griega e implica una nueva visión del ser humano, su destino y la transmigración del alma. En esta instancia mística, no está de más señalar que según antiguos testimonios, Pitágoras fue toda una autoridad en las artes proféticas, un mediador con el mundo de lo divino; su carisma también lo convirtió en un líder político.
Pitágoras fue el primero en considerarse un filósofo o amante del saber - un estatus inferior al de los dioses ya que ellos son “sabios” - de entender la filosofía como una actividad contemplativa, en consecuencia, reflexiva-deductiva.
Algunas de sus frases revelan su agudeza reflexiva:
“Ante todo respetaos a vosotros mismos”
“El silencio es la primera piedra del templo de la sabiduría”
“Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”
“Mide tus deseos, pesa tus opiniones, cuenta tus palabras”
“Ayuda a tus semejantes a levantar su carga, pero no te sientas obligado a llevársela”
Jorge O. Veliz
El Liceo