Los Presocráticos

La Escuela Jónica

Por: Jorge O. Veliz




articulo

30/06/2024

Resumen

 

Los Presocráticos

Dijimos que a lo largo del vasto territorio de la Magna Graecia/ Grecia, en el siglo VI a.C, proliferaron notables pensadores que darán vida a diversas escuelas filosóficas. Estamos por comenzar a transitar la filosofía griega antigua anterior a Sócrates, es decir, a un pensamiento previo al pensar Socrático. Los presocráticos fueron naturalistas y fisiólogos, se interesaban sobre todo por el estudio del cosmos, su origen, el principio del universo (cosmología), como también por el funcionamiento de la naturaleza, la sociedad humana y sus conductas. Lo hacían desde el ejercicio reflexivo racional dejando a un lado la mitología y el relato de los poetas. Poco y nada de sus trabajos han perdurado, sus pensamientos y puntos de vista han trascendido gracias a autores posteriores que en sus citas y discusiones hicieron referencia a ellos.

Las escuelas presocráticas son:

E s c u e l a s:   

  • La Jónica.
  • La Itálica.
  • La Eleática.
  • La Atomista.

La Escuela  Jónica:

Los jónicos eran de espíritu extravertido, Mileto era un puerto, en lo que actualmente pertenece a la provincia de Aydin en Turquía, próxima a la desembocadura del río Menderes. Es sabido como el clima influye en quienes afecta. El mar tuvo una gran influencia en los jónicos.

Thales de Mileto, (624-546 a.C)

Nació y murió en Mileto, y fue el último de los “Siete Sabios de Grecia” y el primero de los filósofos, quien encarna un acontecimiento cultural transformador: el paso de la proclamación, al amor a la sabiduría. Es decir, Thales se convierte en el “eslabón” entre quienes proclamaban el “Saber#, los Sabios y entre quienes amaban el “Saber”, los Filósofos.  

Para Tales, el mar es el espectáculo por antonomasia y el agua, el elemento esencial, principio de todas las cosas.

En el año 585 a.C, vaticinó el eclipse de Sol sucedido el nueve de julio de ese año y sin imaginarlo, puso fecha de nacimiento a la actitud intelectual que marcaría a la filosofía occidental toda: la pregunta nacida del asombro ante los fenómenos, la investigación impulsada por la curiosidad que exige develarlos, y la respuesta que sólo se acepta en términos racionales. En síntesis, es reconocido por desestimar la mitología para explicar el mundo, el universo y sus acontecimientos, recurriendo en cambio a explicaciones surgidas del logos, es decir, del uso de la razón. Por lo tanto, es quien inaugura el método científico-filosófico especulativo.

Anaximandro (610-545)

Nacido en Mileto, fue coterráneo y alumno de Thales. Es considerado como el primer pensador en adoptar una visión naturalista de las cosas. Su aporte, habilitó el estudio de la física, la meteorología, la geografía y la biología, ayudó a cambiar la manera de pensar el mundo, basado en la investigación racional de la naturaleza.

Anaximandro formula el principio del ápeiron, al que considera eterno, siempre activo y semoviente. Este es inmortal, indestructible, ingénito e imperecedero y de él se engendran todas las cosas. Todo parte y todo regresa al ápeiron según un ciclo necesario. De él se separan las sustancias opuestas entre sí en el mundo y, cuando prevalece la una sobre la otra, se produce una reacción que restablece el equilibrio.

Quien hayan leído sobre el Tao, el Yin y el Yang, notarán aquí mucha similitud.

Anaxímenes (590-524)

Coincidió con su maestro en que el principio de todas las cosas es el infinito, pero a diferencia del ápeiron, considera al aire como la sustancia que a través de la rarefacción y la condensación se transformaba en las demás cosas.

Se especula que el fenómeno de la respiración en los seres vivos puede haber sido determinante para considerar el Aire el primer principio o arché.  Según este principio, el aire domina y mantiene unido al cosmos, así como el alma lo hace con el cuerpo. Anaxímenes concibe la generación de las cosas a partir de otro elemento distinto de ellas: la condensación y la rarefacción. Por condensación del aire, se forman las nubes; por la condensación de éstas se forma el agua; la condensación del agua da lugar a la constitución de la tierra, y la condensación de la tierra da lugar a la constitución de las piedras y los minerales. Por el contrario, el proceso inverso, es decir la rarefacción: piedra, tierra, agua, nubes, aire y, por último, la rarefacción del aire produciría el fuego.

Aquí también podemos encontrar similitudes con la filosofía china en cuanto a los cinco elementos (1), la dominancia, Ley madre-hijo generativa (2) y la represión, contra dominancia.

(1) Agua-madera-fuego-tierra-metal

(2) Ejemplo: el elemento agua es madre del elemento madera, ciclo generativo y a su vez represor del elemento fuego, contra dominancia.

Heráclito (535-484).

Creía que el mundo estaba regido de acuerdo con lo que denominó el Logos "razón" y también que el cósmos  era una transmutación del fuego. No debe interpretarse en su sentido literal, es una metáfora como a su vez, lo fue para Tales el agua y el aire para Anaxímenes. Ve en el fuego la mejor metáfora alegórica de los dos pilares de su filosofía:

  1. a) El devenir perpetuo, el flujo universal de los seres, “Panta rei”, “ todo fluye”; de esta convicción proviene su aforismo “ ningún hombre puede cruzar el mismo río dos veces, porque ni el hombre ni el agua serán los mismos."
  2. b) La lucha de los opuestos. Heráclito sostiene que los opuestos no se contradicen, sino que forman una unidad armónica, pero mutante. La otra cara del agua es el fuego, como él mismo lo adelanta en sus fragmentos.

Una vez más se hace notable la similitud de estos principios con la filosofía china en cuanto a la interrelación del Yin y el Yang (agua Yin, fuego Yang), como fuerzas opuestas pero complementarias y alternantes (la alternancia es un devenir). Se repite también lo ya mencionado en cuanto a la “condensación-rarefacción” de la filosofía de Anaxímedes y su semejanza al ciclo de los cinco elementos en cuanto a dominancia y contra dominancia (“reacción que restablece el equilibrio”, Anaximandro), “generación y destrucción” en pos del equilibrio. En términos fisiológicos metabólicos actuales estaríamos refiriéndonos al “anabolismo y a su opuesto el catabolismo”.

Jorge O. Veliz.

 

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