Desiderata

Filosofía y Letras encontrándose una vez más

Por: Max Ehrmann




articulo

01/02/2022

Resumen

A menudo aquella académica fórmula de “Filosofía y Letras” se vuelve realidad discursiva. A continuación, accedemos a un claro ejemplo de ello: la palabra lírica se vuelve vehículo de la exhortación práctica y, tal vez -tu juicio de lectura lo decidirá-, en testimonio de sabiduría.

El significado de la palabra, conservada del latín, que le da título a esta Desiderata remite a  "conjunto de cosas deseadas / lista de metas deseables" y en eso consiste, directa y arriesgada, la propuesta del texto.  

Estamos ante un poema (escrito en prosa en su versión original) cuyo tema es, nada menos, la consecución de la felicidad en esta vida; más aún: estamos ante un catálogo de consejos destinados a ayudarnos a alcanzar, en términos virtuosos, dicha meta.  

Estas líneas datan del año 1927 (aunque fueron publicadas recién en 1948) y son de la autoría de Max Ehrmann, un abogado y poeta norteamericano. Su mensaje ha viajado a este siglo XXI adquiriendo gran popularidad en varios paises y, en muchos aspectos, parece llegar con su vigencia intacta…  


Desiderata

 

Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte,
mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante:
también ellos tienen una historia propia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano o amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea:
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños,
pero no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe:
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales;
esta vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo.

En especial, no finjas el afecto
y no seas cínico acerca del amor
pues, en medio de todas las arideces y desengaños,
éste es perenne como la hierba.
Toma amablemente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu
para que te proteja de las adversidades repentinas,
mas no te agotes con pensamientos oscuros:
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Más allá de una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas lo son;
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él;
y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma
en medio de la bulliciosa confusión de la vida.
Incluso con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé alegre. 

Esfuérzate por ser feliz.

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